El queso es una excelente fuente de proteínas y calcio, y el cuerpo los absorbe mejor que la leche.
Tan solo 100 g de queso aportan una dosis diaria de calcio.
El queso tiene un alto contenido de vitamina D, algo poco común, ya que está prácticamente ausente en muchos alimentos.
Además, al ser un alimento calórico, repone energía, por lo que es una opción ideal para un refrigerio diario.